domingo, 12 de octubre de 2008

Noticia - Artículo

Un proyecto ambicioso de la Fundación Compañeros
Proponen adiestrar perros de asistencia para discapacitados
Son canes altamente entrenados para prestar apoyo técnico y psicológico. Se clasifican en perros guía, de señal y de servicio. Una fundación aspira a adiestrarlos y entregarlos a personas con discapacidades.
Un grupo de adiestradores de perros trabaja en "Compañeros - Fundación argentina del perro de ayuda social", con un ambicioso objetivo: adiestrar perros de asistencia para ser entregados a personas con discapacidad.
"Los perros de asistencia son animales altamente entrenados para prestar apoyo a personas con capacidades diferentes", explica Omar Pros, fundador de Compañeros. La Asociación Española de Perros de Asistencia los define como "los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos y los brazos y piernas de las personas en silla de ruedas".
En su primer año de vida, Compañeros se propuso difundir esta propuesta y relacionarse con ONGs y dependencias del Estado que aborden la problemática de la discapacidad. Además de Omar Pros, forman parte de este proyecto Cristina Mandolessi, Rubén Aguirre y Néstor Debiase. Ellos pretenden trabajar en terapia asistida en instituciones con cuatro perros entrenados: Kiara, Ivo, Nacho y Angie, tres Labradores y un Golden Retriever.

Perros guías y de señal
Los perros de asistencia reciben un entrenamiento general y otro específico, de acuerdo al tipo de discapacidad que atienden. Se pueden clasificar en tres grupos: los perros guías, de señal y de servicios.
Los primeros son conocidos como lazarillos: ayudan a las personas no videntes a conducirse en la vía pública. Sirven para identificar botoneras y carteles, detectar obstáculos, determinar direcciones y seguir itinerarios.
"Hay un mito de que el perro conduce al usuario, pero no es así; es el usuario el que da la orden. Por eso es necesario que la persona haga un curso para orientarse por los sonidos", señala Pros, pero aclara que "el perro tiene que tener la capacidad para darse cuenta si una orden de cruzar está mal dada -porque la persona se confundió- y la suficiente decisión para desobedecerla".
Un segundo grupo es el de los perros de señal, cuya habilidad principal es la identificación de sonidos, ayudando a superar las sensación de aislamiento que tienen los sordos.
"El perro identifica la fuente sonora -teléfono, timbre, alarma del lavarropas, contra incendio, si alguien nombra al usuario-, toca a la persona de diferentes maneras y la conduce a la fuente de sonido", explica Omar y pone un ejemplo muy lindo: "¿Cómo hace una madre discapacitada auditiva para escuchar el llanto de su bebé en otra habitación? Gracias al perro de señal que le avisa".

De servicio y de respuesta
Los perros de servicio ayudan a las personas con discapacidades motrices ambulatorias y en silla de ruedas, cumpliendo una variedad de tareas, como recoger objetos del suelo y salvar dificultades de maniobra, desniveles y de control. Para ello cuentan con un arnés de tiro con una manija para ayudar a subir una pendiente o pasar por una puerta vaivén. También son capaces de abrir cajones, encender las luces y alcanzar objetos.
"Las manijas y picaportes necesitan una adaptación mínima, como una cuerda para que el perro pueda agarrarlas, ya que trabaja mucho con la boca", apunta Pros.
En los últimos años se ha empezado a adiestrar un cuarto subtipo: los perros de respuesta, para personas con patologías convulsivas, como la epilepsia. "Los perros pueden detectar los impulsos químicos que anteceden un ataque, entonces pueden asistir a la persona, conducirla a un lugar más seguro o pedir ayuda", asegura.

Autoconfianza
Más allá de la ayuda técnica que prestan estos perros, es sumamente trascendente lo que suponen en el plano emocional para los usuarios. "Al aumentar su independencia y su autoconfianza, estos animales impulsan a las personas a sobrepasar los límites de su discapacidad y a abrirse a ese mundo que les pone mil barreras", destaca Pros.
"El usuario percibe a su compañero -de ahí el nombre de esta fundación- como una prolongación suya. Se trata de un amigo incondicional que está a su lado las 24 horas", asegura.

Proyecto
El objetivo más ambicioso de Compañeros es concretar un programa de entrenamiento y entrega de perros de asistencia.
¿Cómo sería este proceso? "Lo ideal es comenzar por la selección de cachorros", explica Omar. Durante los primeros meses de vida se recurre a una familia transitoria, que se compromete a darle una educación muy particular. "Es una colaboración muy importante; tiene que ser gente responsable y con ganas de ayudar a otras personas".
Al año el animal pasa al centro de entrenamiento, donde recibe un adiestramiento general y otro específico -para convertirse en perro guía, de señal o de servicio-.
Por otra parte, las instituciones relacionadas con personas discapacitadas eligen a los futuros usuarios e indagan en sus necesidades. Finalmente, se da el proceso de acoplamiento en el que se le enseña al usuario a manejar las habilidades con las que el perro fue entrenado.
"Sabemos que es un proyecto ambicioso, pero también somos concientes de que tiene una finalidad social muy clara. Por eso nos gustaría que el Estado nos acompañe para instalar este tema", concluye el presidente de Compañeros.
Terapia asistida
Además de adiestrar perros de asistencia, la fundación Compañeros propone trabajar con canes de terapia. "La terapia asistida incluye la intervención de estos animales como colaboradores en una amplia gama de trabajos: educación, salud, cárceles, hogares de ancianos y de niños. Estos animales trabajan en instituciones como co-terapeutas, dentro de equipos interdisciplinarios", explica Omar Pros.
Cada institución traza, con ayuda de un equipo multidisciplinario, los objetivos que se pretenden lograr con cada intervención. Los perros actúan como potenciadores y facilitadores de dichos objetivos.
En este sentido, la Escuela Nº 440 "Simón de Iriondo" presentó a los Ministerios de Educación y Salud de la Provincia de Santa Fe el proyecto "Una nueva perspectiva para la inclusión y la integración: Perros de ayuda social en educación y salud". El mismo propone conformar equipos interdisciplinarios para trabajar en terapia asistida por animales en escuelas de educación especial y centros de salud de la provincia.
Este proyecto ya ha sido aprobado por el Área de Educación Especial y de la Dirección Provincial de Rehabilitación del Ministerio de Salud. Sólo resta para su implementación, una resolución del Ministerio de Educación.
Los campos en los que se pueden utilizar los perros de terapia son muy variados, incluyendo problemas de aislamiento, aprendizaje, convivencia escolar, autismo, hiperactividad, anorexia nerviosa, retraso mental, geriatría, alcoholismo y drogadicción, entre otros.
Razas preferidas
Cualquier perro se puede convertir en un animal de asistencia, pero las instituciones más prestigiosas han ido imponiendo al Labrador y al Golden Retriever porque son muy sociables y para nada agresivos; siempre están de buen humor y con ganas de trabajar. Como son perros de caza, su mordida es blanda y esa característica innata los convierte en muy aptos para el trabajo con la boca, una de las principales herramientas en asistencia.
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