Peleas de Perros - España

Apuestas por una lucha encarnizada

Los organizadores de peleas roban numerosos perros en la Safor y los vuelven agresivos
08.02.09 -
S. MASCARELL

Peleas de perros y gallos con apuestas de dinero de por medio y casi siempre con resultado de muerte tras una lucha encarnizada. Es el cruel espectáculo al que se está asistiendo en algunos chalés clandestinos de la Safor y que la Policía Nacional está investigando desde hace semanas.

Detrás de este tipo de peleas ilegales se esconde una mafia que se encarga de robar perros o de recoger otros por la calle que posteriormente son entrenados para convertirlos en agresivos.

El proceso de entrenamiento también es duro, según explicaron ayer fuentes de la una asociación contra el maltrato a los animales. Y es que los organizadores de peleas vuelven agresivos a los perros al ponerles delante a otro perro o gato de menor tamaño que no tiene defensa. Y no la tiene precisamente porque los entrenadores meten dentro de sacos a los perros que servirán de presa. Los gruñidos y el movimiento de los pequeños canes encabritan a los perros y despiertan su rabia hasta que acaban con su indefenso contrincante a dentelladas.

Dani Lloret, un joven de Gandia de 36 años, era propietario de un rottweiler que cuidaba su taller y una mañana descubrió que se lo habían robado. Lo buscó y más tarde supo que había sido sustraído para utilizarlo en peleas clandestinas. "Lo más curioso es que después de que me robaran el perro conocí a otras personas a las que les había ocurrido lo mismo", indicó Dani.

Esta semana, los agentes desarticulaban y desalojaban un chalé situado en Marxuquera en el que 200 personas asistían a una cruenta pelea de gallos. Un día después, la protectora de animales alerta de que están proliferando las peleas de perros en la comarca. En menos de una semana esta entidad ha recogido a dos canes malheridos por las agresiones sufridas en estos crueles espectáculos ilegales en los que los asistentes realizan apuestas.

Las noticias no pertenecen a periódicos de países del tercer mundo. Ocurre en Gandia, en la zona de Marxuquera y en otros municipios como Oliva. Sin ir más lejos, hace unos meses un vecino de Oliva denunció en varias ocasiones que se estaban produciendo peleas de perros en la zona del río Molinell.


Buena visibilidad
Al parecer, se trata de una zona abierta con buena visibilidad lo que permite a los organizadores detectar la presencia de algún coche ajeno a la pelea. Esto dificulta que puedan ser descubiertos.

Los animales son utilizados por sus dueños para que se maten o destrocen a otros perros en peleas donde otros ciudadanos hacen apuestas y se juegan su dinero.

En la Safor otros dos perros corrieron la misma suerte. Fueron encontrados aparentemente sin dueño y con señales evidentes de haber sido víctimas de esta práctica que, desgraciadamente, la legislación española no considera criminal.

Un pastor alemán de pelo largo, fue hallado la madrugada del viernes en el barrio de Santa Anna de Gandia y tuvo que ser operado por urgencia; y el segundo, un podenco, fue descubierto el miércoles en un camino de la circunvalación, a las afueras de la ciudad con heridas de varios días.

Las peleas de perros y gallos están prohibidas en españa. Tan sólo hace unos años estaban permitidas en Gran Canaria las de gallos como una práctica normal, pero la nueva ley las prohibió. Sin embargo, la misma norma afirma que estarán prohibidas siempre que existan apuestas entre los asistentes. Por eso, en ocasiones se han detectado peleas de este tipo pero no se ha podido demostrar la transacción de dinero.

De hecho, en el último caso detectado en Gandia sólo se ha podido actuar porque la pelea carecía de autorización de espectáculo.

El perfil del apostador es el de una persona con un poder adquisitivo alto que disfruta con las apuestas. En la Safor se han llegado a jugar coches de la firma Mercedes e incluso apartamentos en interminables partidas de póker en Gandia, con lo que es probable que en las peleas de gallos y perros se lleguen a apostar grandes cantidades.
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