domingo, 5 de octubre de 2008

Noticia - Artículo


ZONA CIUDADANA
Tomada de la edición impresa del 03 de octubre del 2008
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Las agresiones de perros registran un incremento



FOTO: ALFREDO PIEDRAHÍTA / El Telégrafo
Baco, un perro raza pitbull, es sacado a pasear todos los días por sus dueño en Urdesa para que cuando el animal vea a extraños en la calle no los ataque.


Datos
¿Cómo denunciar el ataque de un can?
1.- Acercarse a cualquier Comisaría de la Salud con los datos necesarios para denunciar el ataque o algún animal que sea considerado como amenaza para la seguridad de los ciudadanos.
2.- El Comisario de Salud informa del hecho al departamento de Zoonosis del Ministerio de Salud, que realiza la investigación y luego emite el informe sobre dicho caso.
3.- El Comisario convoca al dueño del animal denunciado como una amenaza y escucha la versión del acusado. Luego se emite un fallo, que puede ser el traslado del animal o un compromiso por parte del dueño.
Las autoridades se reunirán la próxima semana y estudiarían regular qué razas son aptas como mascotas.
Antecedentes
En agosto pasado, el departamento de Zoonosis del Guayas celebró 10 años de no registrar casos de muerte por rabia en esta provincia.
El Ministerio de Salud realizó una campaña de vacunación este año, en la cual se estima que el 95% de los perros de Guayaquil fue inyectado.
Hace una semana un niño de apenas siete años murió luego de ser atacado por sus mascotas: dos perros de raza pitbull. El hecho ocurrió en Quito y disparó las alarmas sobre el control de los animales en las ciudades y el uso de razas peligrosas en los hogares.Por ejemplo, en Guayaquil, las denuncias por ataque de animales han aumentado en los dos últimos meses. El departamento de Zoonosis del Ministerio de Salud Pública (MSP) registró, en julio, 169 mordeduras. Para agosto, ese número se elevó a 213.Ante este evidente aumento y el último ataque registrado en la capital, Cecilia Paredes, directora nacional de Zoonosis del MSP, indica que si bien las autoridades no pueden prohibir a la ciudadanía que tenga perros, sí sugerirán y advertirán los riesgos que presentan ciertas razas. Por ello afirma que la próxima semana, esta área del Ministerio se reunirá con veterinarios, entrenadores, defensores de animales y otros especialistas para revisar el reglamento actual que especifica, entre otras cosas, el cuidado que debe proporcionar el dueño a su perro. “Queremos que, si es necesario, se modifique la ley para que la gente esté protegida y no vuelvan a ocurrir accidentes como el del fin de semana”.Édison Villamar, director del departamento en Guayas, explica que son los municipios de cada ciudad, en coordinación con las autoridades sanitarias, los encargados de regular esta situación.
244.000 perros y gatos hay en el puerto principal, de acuerdo con un censo hecho en 2007 por el MSP
Justamente el artículo 123 de la Ley Orgánica de la Salud es el que ordena que el control de los animales corresponde a los cabildos, entidades que deberán actuar con las direcciones provinciales de Salud.Moisés Cajías, coordinador de Salud del Cabildo porteño, reconoce que el no tener una perrera municipal complica las labores de control de animales, y reconoce que el número de perros en la urbe es alto. El MSP, en un censo realizado en 2007, informó que en el puerto principal viven alrededor de 244.000 perros y gatos.“Hacemos acciones coordinadas con las fundaciones encargadas de velar por los animales; ellas los acogen, pero no podemos hacer operativos constantes”, señala Cajías.Añade que se han detectado zonas con altos índices de canes como el barrio Cuba, Mucho Lote, el cerro Santa Ana y “es allí donde hemos hecho operativos”.En cambio, Cuenca es la otra cara de la moneda. De acuerdo con Federico Riquetti, director de Control Sanitario e Higiene del Municipio de esta ciudad, no se han presentado denuncias por ataques en este cantón.“El control es básico, además, difundimos la existencia de una ordenanza que regula el uso de los animales, hacemos operativos conjuntos con ONG’S y tenemos proyectado construir una perrera”, expresa.Por su parte, Cajías asegura que lo mismo se piensa hacer en Guayaquil. También informa que en los hospitales municipales se da atención veterinaria gratuita para que los dueños de mascotas las vacunen debidamente.Villamar explica que el departamento realiza operativos para atrapar perros o gatos callejeros, organiza campañas de vacunación contra la rabia y actúa cuando se produce un ataque. “Si es un animal conocido se le hace observación durante diez días, sino se lo atrapa, se le da la vacuna a la víctima”, señala.Indica que cuando se produce el ataque de un perro, el ciudadano debe presentar la denuncia ante una comisaría de la salud, el departamento de Zoonosis realiza la investigación y el comisario dictamina el destino del animal: trasladarlo a otro lugar o sacrificarlo.Sobre el ataque de los pitbull y otras razas consideradas peligrosas, señala que se debe a la forma en que se cría al animal. “Los jóvenes que utilizan estas razas los vuelven violentos, los hacen pelear unos con otros y por esa razón atacan a las personas”, sostiene.
213 denuncias se registraron en Guayaquil por ataque de perros, según el departamento de Zoonosis
Paredes, directora nacional del área del MSP, insiste en que la próxima semana incluso existe la posibilidad de que se prohíba la tenencia de perros de esta raza en el país. De hecho, en algunos países, ciertos tipos de canes son prohibidos por su nivel de peligrosidad.Por ejemplo, según el Real Decreto de Perros Peligrosos, aprobado en España en 1999, las siete razas de perros potencialmente agresivos son: pitbull, staffordshire bull, american staffordshire terrier, dogo argentino, fila brasilero, tosa inu y akita inu. En la mayoría de países europeos las razas pitbull y rottweiler están prohibidas.Para Javier Cevallos, director de la Asociación Amigos con Cola, entidad protectora de los derechos de los animales, esta sería una solución viable para el país. “Aquí no hay una cultura de cuidado de los perros, la gente los torna violentos, no los cuida y por eso ocurren los accidentes”, asevera.Agrega que es deber de las autoridades municipales y sanitarias cuidar la población de perros callejeros, “pero hace mucho que no se ven operativos como estos”. Recalca, además, que cazarlos no es la solución, sino más bien esterilizarlos para reducir la población de canes.Xavier Serrano es propietario de una perra de raza pitbull de cuatro años de edad. Comenta que, pese a que la crió desde que era cachorra, el animal es agresivo con los extraños. “Cuando viene una visita a la casa, tenemos que encerrar al animal en el patio, porque se torna violenta y la gente se asusta”, señala.Sin embargo, añade que el comportamiento de la perra depende del trato; “si la amarramos, está brava; pero si está libre no hay ningún problema”.Es esto justamente lo que recalca Patricia de Bravo, propietaria de la Veterinaria Guayaquil. “Si crían de manera violenta al perro será violento, a veces los jóvenes utilizan gatos para enojarlos y obtienen un animal agresivo”, alerta.Además, aconseja a los padres de familia no comprar perros que en su adultez serán grandes y potencialmente peligrosos, “esas razas no son para convivir con niños”.Redacción Zona Ciudadanamailto:Ciudadanazona_ciudadana@telegrafo.com.ec

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