sábado, 18 de octubre de 2008

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Nuevos ataques de perros obligan a cambiar ley
Las alarmantes cifras de personas mordidas han obligado a que la legislación se adapte y establezca sanciones para quien no se haga cargo de su mascota.

Cada cierto tiempo la historia se hace recurrente: del perro grande y bravo de un vecino o de la misma casa que súbitamente pierde el control y ataca. Así pasó en la casa de Catalina, que murió a los 10 meses de edad.

"Tienes un potencial genético, eso no se puede negar, pero eso también dependerá de los factores ambientales a los que fue sometido ese animal", asegura la veterinaria especialista Astrid Concha.

Aquí es donde empieza el debate, porque antes de llamarse razas peligrosas se conocían como razas de trabajo. Por eso todos son perros grandes, fuertes y en algunos casos agresivos, sobre todo aquellos utilizados para vigilancia.

"La gente siempre dice que no hubo provocación previa. Para que un perro pierda las fases de agresividad tiene que ser algo crónico o que atacó por susto", agrega Astrid Concha.

Para el veterinario de la Seremi de Salud de la Región Metropolitana, Pedro Varas, "cualquier animal puede responder agresivamente si se lo provoca. Un animal grande, de cualquier raza, incluso mestizo, puede ser peligroso".

En eso coinciden prácticamente todos los especialistas. No es un problema de una determinada raza, es un comportamiento común a todos los perros que debe ser moderado por los dueños.

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