viernes, 28 de noviembre de 2008

«Overbooking» perruno en Piloña


Los canes sufren la falta de espacio en la única perrera comarcal, que acoge 70 animales al año


Margarita Cueto lava las jaulas con una manguera.

V. G. CALLEJA

La perrera municipal de Piloña ya no da para más. Las escasas cuatro jaulas dispuestas a las afueras de Infiesto para acoger a los canes abandonados de la zona se han quedado pequeñas para asimilar el aluvión de animales que se recibió en este último mes. Actualmente, nueve perros machos conviven en un espacio reducido con los consiguientes problemas de salubridad y disputa por el territorio. Así lo advierte la Asociación Animales de Oriente, que desde hace más de un año se ocupa en tramitar las adopciones de los canes en colaboración con los operarios municipales encargados del mantenimiento y limpieza de las instalaciones.

Esta semana los problemas se agudizaron. Pedro Valle y Margarita Cueto, del colectivo de animales, se encontraron en una visita a la perrera que dos perros presentaban varias heridas profundas. Uno de ellos tenía el hocico desgarrado, mientras que otro mostraba un corte grave en una de sus patas. Las continuas peleas entre los canes están pasando factura. Alarmados, contactaron rápidamente con el veterinario para informarle de lo sucedido. «Así no pueden estar. Están amontonados. Este mes no hubo ninguna adopción y recibimos a demasiados perros», explicó Valle. Al parecer, en los últimos meses del año suele haber más dificultades a la hora de encontrar un hogar a estos animales. Y esta circunstancia se agravó con la llegada inesperada de nuevos perros, un fenómeno al que desde Animales del Oriente no le encuentran explicación.

La perrera municipal de Piloña es la única de todo el oriente asturiano, según indican desde el colectivo. Esto supone que Infiesto se convierta en el destino de animales abandonados de toda la comarca. En el último año, la perrera recibió a 70 canes. «En Gijón reciben una media de 200 cada año, por lo que, en comparación, aquí llegan demasiados», aseguró Pedro Valle.

Margarita Cueto hizo un llamamiento a la sociedad asturiana para conseguir la reubicación de los perros en hogares de la zona. En su opinión, estos animales «son muy agradecidos, en cuanto les tratas bien ya se ponen muy cariñosos y casi no dan trabajo». El problema es que la mayor parte de los perros abandonados «son grandes y algunos están ciegos o cojos y por eso ya no los quiere nadie». Al parecer, los canes más demandados son los cachorros y los perros de raza, algo que escasea entre los perros que se abandonan a las puertas de la perrera de Piloña.

Otro motivo es la abrumadora presencia de machos frente a hembras. «Ahora la gente suele querer hembras porque son más dóciles y siempre se entregan esterilizadas. Los machos suelen ser más dominantes y nunca se les quita el vicio de ir a mozas, aunque estén castrados», apuntó Margarita Cueto.

Según explican desde el colectivo, el Ayuntamiento de Piloña se comprometió a habilitar otras instalaciones más amplias en otro lugar del concejo. Responsables municipales comunicaron a la asociación que la nueva perrera podría estar lista para finales del próximo año. Para los miembros de Animales de Oriente, esta necesidad cobra ahora más urgencia. «El problema es serio», concluye Valle.
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